La Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE) de Ávila muestra su oposición a la subida de la presión fiscal que contempla el borrador de las Ordenanzas Fiscales del Ayuntamiento de la capital para el ejercicio 2024. Su presidente, Diego Díez, ha señalado que este desacuerdo obedece a que “va en contra de los intereses de los empresarios” y “lastra la competitividad de la ciudad y de sus empresas”.
Ante la confirmación de que se contemplan fuertes subidas en algunos impuestos y tasas municipales, Díez recuerda que “no ha habido una subida de ingresos por parte de las familias ni por parte de las empresas que justifique que podamos afrontar con serenidad esta subida”. A su juicio, “en términos globales ,no es una decisión buena ni para Ávila ni para la economía abulense”.
“Es una medida que va a lastrar nuestra competitividad en comparación con el entorno”, explica, en referencia a ciudades próximas como Segovia o Madrid, “que como sabemos está siguiendo una política de reducción de impuestos”.
“Nosotros no estamos aquí para hacer política, eso deben hacerlo los políticos, son quienes deben racionalizar el gasto y buscar la eficiencia en la gestión de los recursos públicos”, señala el presidente de los empresarios abulenses. “Es preferible que el Ayuntamiento tome decisiones y afronte ese problema desde la parte política”.
“El presupuesto municipal parece que está tenso”, reconoce, pero son los representantes públicos quienes deben “tomar las decisiones de dónde deben recortar el presupuesto, y no tenemos que ser las empresas de nuevo las que decidamos dónde debemos recortar nuestro presupuesto, ni las familias qué van a dejar de consumir en los negocios abulenses”.
En cuanto a las decisiones que adoptan los políticos sobre el gobierno de la ciudad, Diego Díez señala que evidentemente tienen consecuencias, y éstas pueden ser tanto negativas como positivas. “Claro que afectan las decisiones del Ayuntamiento a las empresas: por ejemplo, si un entorno urbano en el que hay 70 plazas de aparcamiento y tráfico rodado de repente se queda sin ambas cosas, si era una ventaja competitiva para los alojamientos de esa zona, terminarán perdiendo clientela, por tanto rentabilidad del negocio y por tanto acabarán cerrando o cambiando de actividad”, detalla.
“Y si se pone en valor una buena planificación urbanística, se ponen en valor distintas zonas y se pone en valor la ciudad, al final se ponen en valor las empresa y se anima a la gente a emprender, a que vea la ciudad de Ávila como un lugar de inversión”, concluye.
